Digamosle no a la agreción fomentemos amor, cariño, tolerancia, buen trato y paz en nuestra institución invito a todos a ser una buena familia donde el maltrato este excluido de nuestro lado.
martes, 18 de septiembre de 2012
No al Bullying en nuestra institucion
Digamosle no a la agreción fomentemos amor, cariño, tolerancia, buen trato y paz en nuestra institución invito a todos a ser una buena familia donde el maltrato este excluido de nuestro lado.
sábado, 1 de septiembre de 2012
El bullying no es un juego de niños
Ubicado
en uno de los barrios de la Zona Nororiental, es reconocido en el sector como
el "colegio de los gay".
Del
establecimiento, cuenta una profesora, por decisión de sus padres ya han sido
retirados unos siete alumnos.
En su
ponencia en el segundo Simposio Internacional sobre Bullying o acoso escolar
decía Hernando Muñoz, miembro de la junta directiva de Colombia Diversa y
docente de la U. de. A, que como referentes que son para los estudiantes, lo
que diga el profe "así será".
Desde
su postura, padres y docentes pueden llegar a propiciar el acoso que se
presenta en los establecimientos educativos.
No
solo es la intolerancia con la diferencia, la actitud pasiva también puede
alimentar un fenómeno generalizado en colegios privados y públicos y en ambos
extremos socioeconómicos.
Ciertos
mitos, dijo a EL COLOMBIANO la investigadora chilena María Isabel Toledo, han
sostenido y tolerado el acoso escolar.
"Uno
así se hace hombre, a mi me pasó, pero igual me hice fuerte y lo
superé...", son afirmaciones que muestran como normales las relaciones
abusivas entre pares.
Una
de las intimidaciones más graves, aseguró Enrique Cháux, docente de la
Universidad de los Andes y Doctor en Educación de la Universidad de Harvard, es
la que ocurre con la homofobia.
En un
estudio realizado en el 2006 con 87 mil estudiantes de Bogotá, se encontró que
1 de cada 3 estudiantes reconocía que, en el último mes, algún compañero había
sido rechazado por parecer homosexual.
Dentro
de las investigaciones adelantadas en el país, la dirigida por Cháux se destaca
como el estudio máximo en términos poblacionales.
A
partir de tres preguntas incluidas en las pruebas Saber de 2005, la Universidad
reveló, entre otros datos, que entre los niños de quinto la intimidación es
mayor en municipios afectados por el conflicto armado mientras que en noveno,
se presenta más en zonas donde la riqueza está concentrada en unos pocos.
De 53
mil estudiantes, un 29 por ciento en quinto y un 15 en noveno, aseguraron haber
sido intimidados en los dos últimos meses previos a la presentación de la
prueba.
En
noveno, a diferencia del grado quinto, aseguró, los acosadores focalizan su
agresión en los más vulnerables: el nuevo, el de pocos amigos.
"Es
que le pegaron", le han dicho las mamás a Claudia Castañeda, docente de
preescolar en la Joaquín Vallejo Arbeláez, para explicar las razones por las
que sus hijos no quieren asistir a clases.
El
acoso termina por generar inasistencia y hasta ausentismo. "Los niños
empiezan a sentirse enfermos para no ir al colegio y eso redunda en que los
aprendizajes son menores", dijo Toledo con 15 años de investigación en el
tema.
Ya en
clase, al excluir un estudiante de un trabajo, el mismo grupo se ve privado de
su participación. "El bullying está afectando la calidad de la
educación", ha podido establecer la doctora en Ciencias de la Educación.
No es
solo en el caso chileno. En el análisis Calidad Educativa en Colombia , de los
resultados de la TIMSS 1995-2007, prueba internacional que permite identificar
aquellos factores que inciden en los aprendizajes de los estudiantes (de cuarto
y octavo en matemáticas y ciencias), se establece la relación existente entre
la intimidación escolar y el rendimiento académico.
A la
pérdida de motivación por el estudio, se le suma la ansiedad, depresión y hasta
el riesgo de suicidio.
"Un
cuaderno nuevo reemplaza uno roto, el morado se quita", dijo la
investigadora María Clara Cuevas de la Javeriana de Cali, para explicar cómo la
intimidación verbal o relacional no solo duplica la intimidación física sino
que deja huellas imborrables.
"A
mi me pillan más fácil dando una patada que excluyendo a alguien". No es
falso, "con tanta población no alcanzamos a poner los ojos en todos los
estudiantes", reconoció una docente de un colegio público.
En el
cuadro de abuso hay un tercero, en este caso compañeros o profesores, que
pueden asumir diferentes papeles: azuzar al intimidador, reírse o ser
indiferentes, "pero con esa postura no protagónica lo que están haciendo
es permitir, tolerar y reforzar que se cometa la intimidación", dijo
Cuevas.
En el
estudio de los Andes, un 50 y 57 por ciento de los estudiantes fueron testigos
de una agresión.
"Si
los observadores no hacen nada", advirtió Cháux, "la intimidación
puede escalar porque el abusador está buscando reconocimiento".
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